Bienvenido

Bienvenido amigo lector, o amiga lectora: te hallas ante una puerta mágica que comunica entre el mundo ordinario y el mundo extraordinario, que de alguna manera coexisten desde el principio hasta nuestros días, en la región de Acayucan, La Llave del Sureste, pueblo ubicado en el sur del estado de Veracruz, México.

Al trasponer esta puerta serás testigo de acontecimientos realmente prodigiosos que aquí son parte de la cotidianidad. Así te enterarás sobre la fe que profesan los acayuqueños en la existencia de un río subterráneo que atraviesa la ciudad; sobre el brujo nagual que, creyéndose todopoderoso, retó a pelear a un hombre desconocido, común y corriente, resultando un desenlace fenomenal; o te encontrarás inmiscuido en una extraña aventura donde participan esencialmente los grandes salvajes. Y con el transcurso del tiempo, poco a poco, conforme avances en la exploración de la vasta y maravillosa geografía de Acayucan, descubrirás, oirás, verás y vivirás mucho más de sus historias, cuentos, mitos, leyendas y otras anécdotas en verdad asombrosas.

Reginaldo Canseco Pérez

viernes, 30 de septiembre de 2011

El Acayucan de ayer y hoy en fotografías




Monólogo de la antigua y desaparecida iglesia San Martín Obispo


Reginaldo Canseco Pérez

Yo soy lo poco que queda de la antigua iglesia San Martín Obispo de Acayucan, la que tenía dos hermosas y esbeltas torres laterales coronadas por una cúpula grande cada una: el puro recuerdo. Era de estilo colonial y miraba al occidente. Poseía bases de piedra, anchas, y encajonadas con ladrillo; paredes gruesas, también de ladrillo, y el techo de teja. ¡Era una mole! Me miraban toda encalada, adornada con una franja roja de almagre en la parte inferior de la fachada y mis cúpulas eran de igual color. Me hallaba erguida en el mismo espacio y posición que hoy ocupa la moderna iglesia, al oriente del parque.
Mi construcción databa de comienzos de la segunda mitad del siglo XIX. (En 1858 estaba yo en construcción y contaba con bóveda, cuyo derrumbe a fines de ese siglo se oyó hasta Comején). Llegué al XX con importantes cambios; ya con el techo de teja, pero todavía sin ninguna torre. En 1901 terminaron de erigirme la aguja primera, la del lado sur, que a partir de 1910 el pueblo la bautizó como la torre del reloj; y en 1913, finalizaron la del lado norte, mi campanario.
El terremoto del 26 de agosto de 1959 de 6.4 grados de magnitud en la escala de Richter me dejó grietas en las torres y en el cuerpo y desprendimientos diversos, pero que muy bien me podían haber reparado; sin embargo, eso fue el pretexto: como si hubiera sido dictado por la Divina Providencia, en una junta a la que convocó el párroco Efrén Pichardo Rivera y que se llevó a cabo en la avenida Miguel Hidalgo, entre mi patio lateral norte y el Colegio Carlos Grossman, la mayoría votó por mi inmediata demolición y la edificación de un nuevo templo en mi lugar. La minoría que se opuso a ello y me defendió no fue oída.
 Yo, la antigua parroquia, fui echada abajo sin consideración ni miramientos a fines del mismo año del temblor. Como edificio yo era un monumento histórico: durante la Revolución mis torres sirvieron de atalayas para que los militares atisbaran y previeran las entradas rebeldes. Muchas anécdotas y hechos del pasado acaecidos en mi interior y en mi entorno, y que integran parte de la historia e identidad del pueblo aún perviven, afortunadamente, en la memoria colectiva.
¡No quiero ya ni acordarme!


Antigua iglesia de San Martín Obispo







El novísimo templo San Martín Obispo

 

Reginaldo Canseco Pérez


Al empezar la demolición del antiguo templo católico de Acayucan tomando como motivo las cuarteaduras que le había dejado el sismo (madrugada del 26 de agosto de 1959), fue improvisada una capilla con un bajo campanario al frente, utilizando madera, tablas y láminas, por la calle Plaza de Armas, cerca de la Miguel Hidalgo. Esta capilla serviría para llevar a cabo los oficios eclesiásticos indispensables en tanto se erigía la nueva iglesia.

En cuanto se hubo demolido el antiguo templo iniciaron la edificación del nuevo. Primero levantaron el alto campanario de éste, como única e independiente torre, separada de lo que sería la nave del templo, por el patio norte. Los viejos acayuqueños la llamaron “caja de machetes”, por su proverbial simpleza y cuatro lados planos. El nuevo edificio católico quedó erigido en el mismo sitio que ocupaba el anterior y asimismo oteando la puesta del Astro Rey.

Pero aconteció que, cuando el nuevo edificio parroquial se encontraba ya erguido, con paredes y el techo de bóveda, aunque todavía en obra negra, la capilla provisional de madera, tablas y láminas una madrugada fue devorada por un voraz incendio y con ella también fue devorado y reducido a cenizas el antiquísimo y valioso archivo parroquial. Esto último resultó una gran e irreparable pérdida para la historia y la cultura en general del pueblo acayuqueño.

La novísima iglesia, por lo anterior, fue medio acondicionada y finalmente inaugurada todavía en obra negra el 19 de diciembre de 1967. Entonces a todo el mundo se le abrió los ojos, como un mero milagro colectivo, y vio que el nuevo templo había resultado de estilo marcadamente modernista para su tradicional entorno. En 1980 todavía la estaban detallando. Fue consagrada y dedicada el 21 de junio de 1983. Pero era sumamente notorio y público la asimetría arquitectónica que mantenía en relación con los principales edificios del primer cuadro.

En los 90 las vistas laterales quedaron modificadas buscando disimular el susodicho contraste.

Se le agregaron arcos en los ventanales y arcadas en las dos puertas laterales. En esa década el artista acayuqueño Sixto Aparicio Candelario enriqueció el interior pintando los principales y magníficos murales. También en el interior, sobre las dos puertas laterales, el pintor xalapeño Jorge Salcedo Benítez realizó otros murales. Entre el 2006 y 2008 una nueva fachada con arquerías y dos torres superpuestas en sus esquinas frontales reemplazó a la original. Con ese motivo la caja de machetes, digo la espadaña del campanario ya decadente e inservible fue tirada. Bajo la nueva fachada y el atrio se destinó una novedosa cripta. La reluciente fachada fue bendecida el 24 de mayo del 2009.


El nuevo templo San Martín Obispo
en construcción en los años 60



Iglesia San Martín ya edificada. Foto de por 1993








La misma nueva Parroquia pero
con cambio de fachada



Interior del templo, murales
de Sixto Aparicio Candelario






El kiosco del parque Benito Juárez









Fotografía del quiosco antiguo del parque Benito Juárez, de Acayucan, en las primeras décadas del siglo XX, tal cual me fue proporcionada.

















La siguiente foto muestra una toma parcial del actual quiosco inaugurado en 1953, que reemplazó al anterior, en donde se puede observar claramente que sus cuatro arcos son de cantera negra, como los son también su escalinata, el pie de las cuatro columnas que lo adornan, el redondel que forma una fosa a su alrededor y el marco de los ventanales ovalados que tiene sobre sus arcos. Estas canteras del quiosco lucieron en todo su esplendor hasta 1994.






 Así se contempla actualmente (2011) el kiosco del bello jardín municipal, abandonado, sin ningún mantenimiento, mugroso y sin ningún uso apropiado. Los arcos desde hace varios trienios son repintados neciamente, cubriendo y no dejando que se aprecien sus canteras. ¡La ignorancia de las autoridades municipales es manifiesta y atrevida! No obstante, en una clara actitud paradójica todavía alardean de manera ostentosa del "centro histórico".

4 comentarios:

  1. A MI ME CUENTAN QUE TAMBIEN SE CAYO LA CAMPANA DE LA IGLESIA QUE SI LA TIRO UN TEMBLOR Y AQUI NO DICE NADA, Y CONCUERDA EN LA CAPILLA DE MADERA QUE SE QUEMO

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    1. Cuentan muchas cosas sin saber. Muchos aseguran que la campana grande se cayó con el sismo de 1959. Esto quizá no sea cierto, después del temblor bajaron cuatro campanas de distintos tamaños que por muchos años estuvieron en el patio que da a la avenida Miguel Hidalgo de la iglesia actual; también se repite como verdad que la antigua iglesia fue tumbada por el dicho temblor, y hasta la gente más vieja que vivió esa época lo dice, pero nada más falso, las torres y el templo completo fueron mandados a demoler para edificar el actual templo. Fue un trabajo grande y llevó muchos años.
      Lo anterior es una respuesta grosso modo. En el libro Acayucan cuna de la revolución 1906 aparece un tema al respecto.
      Atentamente Reginaldo.

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  2. En la fotografía del kiosco, esta el señor Pedro Aguilando Sánchez QEPD, oriundo de estas tierras Acayuqueñas, quien se deleitaba siempre, tocando la jarana en las fiestas populares de Acayucan, amaba la música de jarana con todo su corazón y disfrutaba de la alegría de las personas que acudían a los eventos , la familia del señor Pedro Aguilando Moreno, es ampliamente conocida en esta ciudad de Acayucan, del populoso barrio zapotal, donde orgullosamente los ha arrullado la tierra que los vió nacer en este nuestro hermoso Acayucan.

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  3. En la fotografía del kiosco, esta el señor Pedro Aguilando Moreno QEPD, oriundo de estas tierras Acayuqueñas, quien se deleitaba siempre, tocando la jarana en las fiestas populares de Acayucan, amaba la música de jarana con todo su corazón y disfrutaba de la alegría de las personas que acudían a los eventos , la familia del señor Pedro Aguilando Moreno, es ampliamente conocida en esta ciudad de Acayucan, del populoso barrio zapotal, donde orgullosamente los ha arrullado la tierra que los vió nacer en este nuestro hermoso Acayucan.

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